jueves, 22 de mayo de 2008

Faro

Adormezco mis miedos cada noche bajo la luz de las lámparas
mientras me recuesto junto a la tibieza de tus sueños para abrazar el sosiego.
Lates, inmensa e intensa entre las sábanas, y tu latido suena a canción de cuna,
a vida, a camino, a futuros, a fiesta y a despertares mágicos.
Me pìdes que te diga que te quiero, que de vez en vez te lo recuerde
para alejar el olvido, el tiempo inútil y la espera que amarga.
Sé que lo sabes y sé que siento el amor anudado en mi pecho.

3 comentarios:

Tesa Medina dijo...

Bello poema, tierra, donde las dosis de sensualidad, sueños y necesidad de permanencia se mezclan en sus dosis apropiadas.

Y sí, a todos nos gusta que nos digan, que nos recuerden que nos aman…

“…para alejar el olvido, el tiempo inútil y la espera que amarga”.

Me ha gustado mucho.

Besos.


P.D. Me ha hecho gracia lo que cuentas en tu perfil de que te lees hasta los prospectos. Me ocurre lo mismo, y encima en mi trabajo me paso la vida leyendo.

Así que la mayor parte de día me la paso entre palabras.

momo dijo...

bellisimo tierra, acabo de llegar de Paris y quise pasar a saludarte nada más.

amandine dijo...

[sigo esperando esos versos nuevos que el reposo te descubrirá...]


un beso tierno en tus más dulces sueños.