martes, 29 de mayo de 2007

Una mirada

El verdadero poeta... hace visible lo invisible, sensible lo pensado, real lo no real
(Odysseas Elytis)

A veces, sólo a veces, insisto, fragmentas la mirada y en cada pedazo ocupo un pequeño rincón. A veces me devuelves un reflejo diminuto y me agigantas y me sé un todo porque te habito o, al menos, tomo conciencia de que en el espejo, en esa esquina de tu tiempo de cristal, soy más yo y nunca Dios escondido tras las máscaras que he ido comprando a precio de saldo en los mercadillos de la vida. Me siento cada día al borde del precipio que es amarte con un libro entre las manos. Con un libro blanco en el que cada palabra se va escribiendo con un latido, una risa, un acariciarte despacio... He descansado en islas y he seguido viaje hasta esta latitud que sólo he podido encontrar en el mapa trazado por tu mirada. Esta latitud exacta en la que me he perdido, desnudo de existencia y a conciencia, para ser en el día de hoy, en el de mañana, hace cinco minutos y en luminoso silencio.







domingo, 27 de mayo de 2007

Cuerpo

Para celebrar tu cuerpo basta tu cuerpo. Esa perfecta asimetría que eres me da cobijo. Ya se, palabras antiguas. Estoy intentando decirte desde dentro y sólo y de momento, me sale decir refugio. Te prometo dibujar debajo de las sábanas. Te prometo enmarcar poemas entre tus muslos que son como un abismo contundente y cierto. Te prometo callarme y no pensar en resucitarte el gemido más sincero. Te prometo nacer donde lo hacen los temblores. Ya sé, ya todo lo sé, pero navegar aún es una incógnita a pesar del tiempo y dejarme mecer por las olas, un sueño eterno







jueves, 24 de mayo de 2007

Deseo

Incandescente, la luz tirita bajo el párpado y se hace mirada.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Caminantes

Como el resto de fugitivos, como
las flores incontables que no saben contar
y las diversas bestias que no tienen recuerdos,
hoy es el día en que hemos de vivir.
(W. H. Auden)

Hemos recorrido un largo camino para encontrarnos en un espacio enmarcado por el tiempo que es ahora y es siempre. El polvo del camino que he recorrido se eleva hasta mezclarse con el que te nombra, para hacernos cómplices de un andar al unísono por los territorios aún misteriosos de la vida. Caminantes somos de las horas y los pulsos, compañeros en dulce crepitar de corazones, hasta la próxima puerta tras la que se alza un árbol solitario bajo el que cobijar los miedos que siempre nos han acompañado. Hoy es el día en que hemos de vivir. El minuto exacto en que las constelaciones han de bajar para hacernos compañía en el encuentro, para marcarnos de nuevo la ruta de lo invisible, la senda que habremos de caminar cogidos de la mano, como fugitivos de lo que dejamos atrás, ya huéspedes en las incógnitas.

jueves, 17 de mayo de 2007

Tierra de versos

Hay tardes de domingo que pintan de gris la soledad
porque no estás, ni son tus ingles refugio.
Me ahogan el humo de los cigarrillos, los silencios
y esa manera que tiene la vida de dibujar los recuerdos,
enredándolos en las sobremesas y los deseos,
para dejarlos escondidos en los pliegues de las sábanas
que ya no son tu territorio.
Me anclo aquí, como un vigía, en mitad del pasillo,
a la espera de descubrir tu mirada en el ojo de la cerradura.
Llegas tarde, como un beso que quedó en suspenso hace años,
pero tu voz me reconcilia con las horas.
Una luz te resucita el pecho y el tacto
y caminan tus dedos por mi tristeza para desterrarla.

viernes, 11 de mayo de 2007

Tocar el cielo


Piedra y azul. La libertad se hace presencia cuando alzas la vista en busca de un horizonte distinto al de los atardeceres, por muy hermosos que sean. Hay horizontes en la voz que te susurra justo al lado en las tardes de siesta, en la mirada de quien mira con limpieza, en la risa que lanza al viento aquel a quien apenas comienzas a conocer y es todavía un maravilloso enigma por descifrar, en el tacto dulce de la mano de un hijo... Tocar el cielo es un horizonte.






martes, 8 de mayo de 2007


Miro con ojos de pez a través del cristal de la pecera. Una prisión transparente me deja solo en mitad de mi diminuto océano. Cada vez que me vuelvo allí está tu pupila, como un espejo hecho escenario. Bailo dentro de ella. Vivo dentro de ella, dentro de ella hago teatro del mundo. Mis movimientos se agrandan a través del universo de tu mirada y toman la forma de las estrellas, de la luna y su reflejo que parte el mar en dos, del viento que silba veloz hacia lo lejano. No tiene fronteras mi viaje, no pesa mi equipaje de años. Los sueños se suceden audaces, gigantescos en mi pequeño mundo, para conquistar la mañana limpia y su aroma sencillo. Miro con ojos de pez a través del cristal de la pecera y están tu pupila, mis días, el silencio de los relojes latiendo segundos y la vida suspendida. Amanezco real y me sumerjo en el vientre de un tiempo que solloza.





domingo, 6 de mayo de 2007

Las alas del ángel

El viaje a través de un cuerpo es el más hermoso viaje.

Regreso a ti desde una ciudad de aceras oxidadas,
desde la lluvia y sus charcos,
desde la ventana que apaga las sombras al cerrarse,
desde el muro metálico de los bares.
Regreso porque eres libre en tu palabra y me convocas.
Regreso para que me dejes volar sobre tu cuerpo,
para espantar los fantasmas del miedo resguardado en tus senos,
para rendirme a tu boca y sus secretos,
para quedar atrapado, cierto y exacto,
entre las alas del ángel que te ha crecido en el alma.

viernes, 4 de mayo de 2007

Cuanto puedas

Y Cavafis escribió:

Si imposible es hacer tu vida como quieres,
por lo menos esfuérzate
cuanto puedas en esto: no la envilezcas nunca
por contacto excesivo
con el mundo que agita movedizas palabras.
No la envilezcas nunca
en el tráfago inútil
o en el necio vacío
de los rostros diarios
y al cabo te resulte un huésped inoportuno.

jueves, 3 de mayo de 2007

Huellas

¿Alguna vez te has parado a mirar una huella? Me refiero a mirarla detenidamente. Seguro que has visto su tamaño lo primero y has intentado, después, analizar a qué tipo de calzado corresponde. Igual te has preguntado si es de hombre o de mujer, si su autor/a medía más o menos, pesaba más o menos, si pisaba con firmeza o, simplemente se arrastraba, pero ¿alguna vez te has preguntado si sonreía, si estaba triste, si caminaba hacia la luz, si le pesaba una sombra sobre los hombros? Me refiero, claro, al dueño/a de la huella, no a esta en sí. Lo digo no por nada, sólo porque, a veces, nos fijamos en lo que los demás dejan sin preguntarnos que les lleva a hacerlo. Una imagen, dicen, vale más que mil palabras, pero, en ocasiones, deberíamos preguntar a quien la ha dejado, simplemente, si tiene un buen día.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Mediterráneo

Naturaleza en forma pura. Cuatro días lejos de la ciudad. Cuatro días sin televisión, sin periódicos, sin apenas comunicación telefónica. Ese ha sido mi puente de Primero de Mayo. Una descarga de tensiones y una recarga de energía. Allí, en Cabo de Gata, frente al azul Mediterráneo. Buena compañía, buenas conversaciones, buena comida... He encontrado rincones espectaculares, como el de la foto, en el que pararme a reflexionar y lo he hecho. Y he descubierto cosas y me he sentido crecer. En un bar de Rodalquilar encontré un libro mágico. Se titula Calas y es de Jeanne Chevalier. Lo primero que me llamó la atención fueron las fotografías, pues de eso va el libro. Lo segundo, los textos que las acompañaban. Son poemas de uno de los poetas que más han marcado mi existencia: José Ángel Valente. Os dejo uno:

Tejí la oscura guirnalda de las letras: hice
una puerta: para poder cerrar y abrir,
como pupila o párpado, los mundos.