jueves, 22 de noviembre de 2007

Tela de araña

Si no hay transparencia no hay escritura (Francisco Umbral)

Los días se desafinaron de repente y dejó de escuchar esa música callada de los versos en su mente. La tela de araña que había tejido para cazar las emociones se deshizo en un instante, apenas tras el contacto de un huracán de realidades. Resguardado en una esquina de sí mismo, buscó los puntos cardinales en los que cimentar una nueva red y comenzó la lenta tarea de construir una malla invisible en la que atrapar sensaciones. Meditó mientras trabajaba y descubrió que el depredador que antaño le habitaba había desaparecido y que en su lugar había crecido, incrustado en su corazón, un coleccionista de momentos. Una caricia, una e-mail sincero, una gota de lluvia, un viento de palabras hermosamente construídas, una llamada, una mirada, un gesto impensable... Todo fue guardándolo, envolviéndolo como un tesoro para los tiempos de incertidumbre y de hambre de sentimientos. Y fue inmensamente feliz creando un edificio transparente por el que caminar sigiloso en busca de la magia de las cosas. Regresó a su hogar, a esa tela de araña gigantesca, y saludó, uno por uno, a sus visitantes que danzaban por el empuje de los días. Fue amasando una fortuna en forma de temblores en la raíz de su alma. Se sintió vivo y libre a pesar de que quienes le rodeaban no alcanzaron a comprenderle nunca.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Caminantes

Sobre la simetría imperfecta de los caminos,
desnudos nos llevan.
Interpretan la danza ancestral del viaje
y su huella no es más que la certeza de lo vivido.
Hechos de tierra, la tierra transitan en un ir magestuoso y mágico.








martes, 6 de noviembre de 2007

Azul

¿Es azul la sonrisa de un payaso?
¿Tiene color la risa?
He viajado mundos en busca de respuestas
sin adivinar si quiera que estaban aquí y ahora.
He visto nacer, por fin, la emoción, el latido y el aliento.
Han llegado de la mano
y la esperanza se sabe ya inexpugnable.
La fantasía ha levantado el vuelo y habita en una nube
(Nefelibata la llaman) y se ha hecho presencia.
Crecen caricias en la punta de mis dedos
a las que no acierto a poner nombre
y estremecen los ritmos.
He conocido a mi payaso después de tanto tiempo
y mi mundo ha comenzado a girar en desconcierto
feliz, iluminado y exacto.
Cualquier cosa que suceda va a ser ya
utilizada, para todos los siempres,
en contra de los días que habitan lo oscuro.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Ventana

Una ventana sirve para asomarte y observar la vida, pero... ¿que ocurre si es a ti a quien ves al otro lado?