Mis ojos han nublado su fijeza limpia frente al mundo dolorido
y han llorado en catarata imparable,
en río revuelto,
en mar encrespado.
Frente al hombre azote de los días y las cosas,
he plantado mi mirada interrogante y revolucionaria
sin apenas entender nada, ni tanto odio.
Ahora dejo caer los párpados, indago hacia lo más profundo,
en la confusión de pasados.
En la oscuridad del instante, un rayo estalla en arco iris
y descubro una luz, una nueva claridad luminosa,
que deposita la esperanza allí donde antes habitaban lágrimas.
4 comentarios:
corazón
hemos escuchado el latido profundo del abismo
el imparable recodo de la oscuridad
hemos sentido que nos faltaba el aire
que un azote de tempestades nublaban
como de gris ausencia nuestros cuerpos
nuestras almas
nuestros seres.
y de pronto
es ahora
es aqui
que somos
latidos
que (se) miran
como recién nacidos.
Tierra de palabras:
Un poema donde el recorrido de tu ojo frente a los distintos estados, ha sido bien contado. Sí que nuestros ojos a veces lloran y lloran y parecen limpiarse... para poder, finalmente, volver a encontrarse con la luz.
Me alegro yo también de retomar el contacto con vos.
Un beso. Muy grande.
Buen finde.
Tierra, terremoto, haciendo tumbas en la profundidad de la garganta para no chocarse de frente con el párpado de doble fondo...
Muy bueno, si señor...muy bueno...
Un beso rojo rojo
Esperanzas donde antes habitaban lágrimas...eso es hermoso, de verdad, sin palabras.
Besos.
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